Así quedó establecido en las conclusiones del último informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (Jife), un órgano multilateral e independiente creado en 1968, para vigilar la aplicación de los tratados contra las drogas de las Naciones Unidas. Su presidente, Werner Sipp, señaló que “el objetivo de lograr una reducción importante de la demanda y la oferta ilícita de drogas no se ha cumplido”.

Este diario analizó el documento, del cual se concluye que hay siete fenómenos que permiten la continuación de este flagelo hoy en día.

1. Uso indebido de medicamentos

El informe señala que este fenómeno ha producido un incremento en muertes por sobredosis de medicamentos, en especial los analgésicos opiodes, recetados para tratamientos contra el dolor. En Europa Oriental la tasa de uso indebido de drogas por inyección quintuplica el promedio mundial y en E.U. las muertes relacionadas con droga recetada es superior a las defunciones por heroína y cocaína en conjunto.

2. Corrupción de funcionarios

Este es uno de los principales obstáculos en la lucha contra el narcotráfico. El fenómeno golpea especialmente a África Oriental, que se ha convertido en zona de tránsito para la heroína afgana, mientras que África Occidental es la base de las anfetaminas que llegan a Asia. En Centroamérica y el Caribe, los corruptos facilitan que las rutas de cocaína y cannabis sigan fluyendo hacia E.U. y Europa.

3. Los “estados fallidos”

Se refiere a la pérdida de control del Estado ante los grupos de crimen organizado. Según la Jife, “la impunidad y la ingobernabilidad ponen en peligro la seguridad de la comunidad regional y mundial”. Frente a este tema, preocupa la realidad de México, El Salvador, Guatemala, Honduras, Medio Oriente y África, donde los carteles y grupos terroristas coordinan las redes de narcotráfico.

4. El comercio por internet

El creciente uso de internet para traficar ya es una amenaza global: por un lado, las ciberfarmacias despachan medicinas sin examinar al paciente; y por el otro, se emplea el sistema postal internacional para comerciar estupefacientes. Entre 2013 y 2014, se detectaron en jurisdicción de la Unión Europea más de 600 sitios web donde se vendían sustancias sicoactivas, incluso por kilos. Las leyes al respecto son laxas.

5. La vejez como enfermedad

A los ancianos se les suele administrar una medicación excesiva, que a veces es innecesaria. En E.U., los mayores de 65 años, que apenas son el 10% de la población, son al mismo tiempo destinatarios del 30% de las recetas médicas. Hoy se debate que las benzodiacepinas podrían producirles drogodependencia, y que el nivel de prescripciones de ansiolíticos es “desproporcinadamente elevado” en ancianos.

6. La aparición de nuevas sustancias

En 2015, el sistema de alerta temprana de la Unodc detectó 602 sustancias nuevas, lo que significa un aumento del 55% con relación a los hallazgos de 2014 (388). De las sustancias referenciadas, el 40% son cannabinoides sintéticos. La Unión Europea es la zona donde los traficantes más experimentan con nuevas drogas, tanto de origen sintético como vegetal. Allí se detectaron 101 sustancias nuevas en 2014.

7. La falta de cooperación

Aunque hay acuerdos bilaterales y organismos multinacionales constituidos, la Jife denuncia que 24 gobiernos que aún no colaboran con información sobre temas ligados a las drogas, y que hay países que tampoco comparten sus informes estadísticos, como Brasil, Reino Unido, Canadá, China, España, Francia, Japón y Paquistán, así como el 68% de las naciones africanas y el 41% de las caribeñas.