05-07-2016, 01:48 PM
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Finalmente, y tras cinco años de viaje, la sonda Juno de la NASA llegó a la órbita de Júpiter, en un nuevo hito de la investigación aeroespacial por parte del hombre. La nave no tripulada, cuyo tamaño es similar a la de una cancha de basquetbol, llegó a destino a eso de las 03:54 GMT de este martes (00:54 horas de Santiago de Chile - martes / 23:54 de Ciudad de México - lunes / 23:54 Costa Este de EE.UU - lunes.).
Sobre el hecho, la sala de control de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio en Estados Unidos celebró el éxito de esta etapa de la misión, tras el anuncio de Scott Bolton, responsable científico de la expedición, de que ya estaban dentro del área del planeta.
El observatorio de casi cuatro toneladas, que es alimentado por energía solar, ahora deberá dar 37 vueltas antes de estrellarse contra la superficie de Júpiter, tras un viaje que arrancó el 5 de agosto de 2011 y que cuyo reciente proceso se hizo prácticamente a ciegas, ya que las señales hacia la Tierra tardaban 48 minutos en ser recibidas.
En cuanto a los sobrevuelos, estos se llevarán a cabo a una distancia de entre 10.000 y 4.667 kilómetros sobre Júpiter, en un marco de tiempo de 18 meses. Esto, con el fin de poder recabar información con respecto al astro y su constitución. En estos periodos, la sonda penetrará las capas de nubes para así estudiar su atmósfera, su magnetósfera y las auroras boreales. Para ello, utilizarán instrumentos provenientes de distintas latitudes, para así identificar las emisiones radiométricas de estas áreas.
Si bien ya es un importante paso el ingreso a la órbita, aún hay riesgos para que la misión no termine de manera positiva, ya que existen problemas como la rápida rotación de Júpiter (con una duración de un día equivalente a 10 horas terrestres), la que produce un campo magnético que puede afectar a Juno. Además, se cuenta una capa de hidrógeno que procede como un conductor eléctrico que también podría tener consecuencias en la nave.
Sobre el hecho, la sala de control de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio en Estados Unidos celebró el éxito de esta etapa de la misión, tras el anuncio de Scott Bolton, responsable científico de la expedición, de que ya estaban dentro del área del planeta.
El observatorio de casi cuatro toneladas, que es alimentado por energía solar, ahora deberá dar 37 vueltas antes de estrellarse contra la superficie de Júpiter, tras un viaje que arrancó el 5 de agosto de 2011 y que cuyo reciente proceso se hizo prácticamente a ciegas, ya que las señales hacia la Tierra tardaban 48 minutos en ser recibidas.
En cuanto a los sobrevuelos, estos se llevarán a cabo a una distancia de entre 10.000 y 4.667 kilómetros sobre Júpiter, en un marco de tiempo de 18 meses. Esto, con el fin de poder recabar información con respecto al astro y su constitución. En estos periodos, la sonda penetrará las capas de nubes para así estudiar su atmósfera, su magnetósfera y las auroras boreales. Para ello, utilizarán instrumentos provenientes de distintas latitudes, para así identificar las emisiones radiométricas de estas áreas.
Si bien ya es un importante paso el ingreso a la órbita, aún hay riesgos para que la misión no termine de manera positiva, ya que existen problemas como la rápida rotación de Júpiter (con una duración de un día equivalente a 10 horas terrestres), la que produce un campo magnético que puede afectar a Juno. Además, se cuenta una capa de hidrógeno que procede como un conductor eléctrico que también podría tener consecuencias en la nave.